
Para que el cuidado sea efectivo, debe seleccionarse adecuadamente en términos de piel. Los tipos básicos son pieles normales, secas, grasas y mixtas. ¿Pero, en qué se caracteriza cada uno de ellos?
¿Cuáles son los tipos de pieles y sus características?
Básicamente, existen cuatro diferentes tipos de pieles, que son:
Piel normal
Este tipo de piel se caracteriza por una superficie lisa, color uniforme y sin glándulas sebáceas visibles. Además, está debidamente hidratado, no tiene efecto tensor después del lavado y tampoco es grasoso.
Piel seca
La piel seca es sensible a factores como las heladas. Se caracteriza por producir una cantidad muy pequeña de sebo. Como resultado, es opaco y ajustado. Se puede reconocer por piel seca, sin imperfecciones y poros estrechos. Cabe señalar que requiere una hidratación adecuada. La piel seca no se hidrata adecuadamente debido a la capa hidrolipídica dañada. Esto puede deberse a que los signos del envejecimiento aparecerán mucho antes en este tipo de cutis.
Piel grasosa
En el caso de la piel grasa, se secretan cantidades excesivas de sebo. Se puede ver por el color de la piel de la cara. En la zona T, los poros se agrandan, hay puntos negros y granos. La piel tiene un color terroso.
Piel mixta
La piel mixta tiene las características de piel seca y grasa. Por ejemplo, en este tipo de piel se suele presentar una secreción excesiva de sebo en la zona T; pero unas mejillas secas. Aunque existe la posibilidad de que otras partes del rostro también se encuentren secas.
En esta situación, el cuidado es más difícil que en el caso de otros tipos de piel. Elegir los productos adecuados para pieles grasas y secas puede ser una tarea difícil; pero sin duda, se verá recompensada con nuestra salud, belleza y bienestar.